Después de pasar unos días en Sóller (Mallorca), es hora de seguir adelante y explorar la isla. Nos dirigimos a Pollensa, en la zona norte de Mallorca, que parece un paso natural antes de saltar a Menorca.
Como ya comentamos en en la entrada del blog precedente, llegamos a Sóller el pasado 28 de Marzo, después de 19 horas de navegación desde Barcelona. Yo es la primera vez que duermo a pierna suelta en una travesía, será que no tener el sonido del motor encendido y solamente oir el sonido del mar y las olas hicieron que me relajase, en cambio, Flavio no tuvo tanta suerte y tan sólo durmió una hora. Cuando llegamos, hacía 24 grados: teníamos la sensación de estar empezando nuestras vacaciones de verano, así que como debe ser, nos fuimos a una terracita a desayunar (a las 12:00pm) y a esperar a que Fred, Steph (nuestros amigos del Maritim) y Roc (su perro) vinieran a vernos. Estuvimos tomando algo con ellos, y comiendo en un sitio muy bueno, “en una rotonda”.
Luego nos llevaron al pueblo de Sóller que está en el interior (se puede acceder desde el puerto de Sóller con un tranvía antiguo que hace el recorrido) y nos dimos un buen paseo para visitarlo ¡con helado incluido! Por la tarde ya nos devolvieron a nuestra “casita” y descansamos, ya que las travesías te dejan un poco cansado y al día siguiente, teníamos que trabajar.
Empieza el lunes y al despertarnos y salir a cubierta pensamos…¿dónde narices estamos? Es rara la sensación que se tiene, ya que estando dentro del barco todo sigue igual, en cambio, cada día amanecemos en un sitio diferente y a veces se nos olvida y nos sorprende. Hemos tenido que trabajar durante estos días, pero hemos aprovechado cuando terminamos para darnos unos paseos y conocer la zona.
Tras pasar unos días en Sóller toca moverse para seguir explorando. Salimos hacia Pollensa, en la parte norte de la isla de Mallorca. A las 09:00 de la mañana dejamos el puerto de Sóller para dirigirnos a Cala Tuent haciendo una rápida parada sin echar el ancla, la cala es espectacular! Estamos rodeados de montañas rocosas y mucha vegetación...nos podríamos quedar aquí todo el día! pero... seguimos a cala Calobra donde hemos quedado con Gerard, el capitán del Luard para hacer un aperitivo. Llegamos a la cala y puedo decir que es uno de los mejores fondeaderos que he visto en Mallorca, el agua tiene un color que hipnotiza y el paisaje natural que te rodea, hace que sientas que navegar merece la pena por estas imágenes y momentos, sin exagerar, te sientes en el paraíso.
Tras vernos con estos amigos del Maritim de Barcelona (nuestro puerto base) seguimos con nuestra ruta hacia Pollensa, la navegación no ha sido un gran qué ya que nos venía el viento en la cara y hemos tenido que ir casi todo el rato a motor, eso sí, por fin he podido ver el Faro de Formentor desde el mar, ya que siempre lo había visto por tierra y al pasar tan cerca… ¡Qué recuerdos con la Kuadri!
Llegamos a Pollensa a las 6:30pm. Al día siguiente, a Flavio se le ocurrió alquilar unas bicicletas y nos fuimos hasta Alcudia, pueblo que nos sorprendió gratamente, con su muralla, sus calles muy bien cuidadas... y comimos en “Básico Steak House” que acababan de abrir: fue una gran experiencia, camareros súper amables y producto de primera, què más se podía pedir?Pues llegar a Bonaire por unos caminos de huertos con unos olores de verde, hierba, flores...una pasada!
Al día siguiente pusimos rumbo Ciutadella (Menorca), salimos tras mirar el parte varias veces, con un viento al salir de la bahía bastante inestable al inicio, pero pronto el viento se estableció con 10 nudos que nos venían de 120º y fue el momento de... ponemos por primera vez el gennaker?? Esperamos un poco para comprobar que no subía el viento ni rolaba y... después de tanto trabajo de Flavio para ver cómo meter el botalón en proa, mirar mil formas, hablar e informarse con tanta gente (llevaba con este “proyecto” desde octubre) izamos el gennaker haciendo una ruta perfecta!! Qué momentazo!! Tanto esfuerzo había merecido la pena.
El viento nos llevó súper ligeros meciéndonos con las olas, oyendo solo su sonido y el de las olas rompiéndose contra el casco. Navegamos durante 5 horas hasta casi la entrada del puerto de Ciutadella. ¡Ya estábamos en Menorca!
Llegamos y como estábamos en Semana Santa, los marineros de Ports IB (puerto público donde teníamos reservado amarre) cerraban a las 03:00pm así que muy majos ellos, nos dejaron las llaves para poder acceder al pantalán en un restaurante cercano, fuimos y nos dieron las llaves, y de comer platos típicos de Menorca! En estas cosas ves la diferencia de una gran ciudad, más impersonal, comparado con un sitio en el que se conocen todos...
Tengo que añadir que este día ha sido muy especial para mi, ya que por la tarde se jugaba la final de la copa Athletic- Real Sociedad, con lo que llevaba todo el día con un cosquilleo en el estómago esperando que fuera un gran día y una gran noche... bizi ametsa!
Mientras veíamos el partido, nos bebimos la botella de sidra que nos regaló el velero “Andoko” el verano pasado en Ibiza, una pareja donostiarra, así que... zorionak bikote! (eran de la Real, así que ya os imagináis cómo terminó el partido). En 15 días me volveré a poner la camiseta y volveré a soñar ya que jugamos otra final, esta vez contra el Barça.
El domingo, entraba tramontana (viento del noreste o norte) con lo que era mejor hacer descansar a Bolero, y cansarnos nosotros visitando la ciudad. Ciutadella es realmente una parada obligatoria para todo aquel que viene a visitar la isla.
El lunes seguíamos de vacaciones y… hacía día perfecto para navegar un poco y descubrir sitios nuevos, así que pusimos rumbo sur y nos fuimos a las que creo, son las calas más famosas de la isla: Cala Macarella - Macarelleta, Cala En Turqueta y Cala Son Saura...
Ya estamos a martes! Hoy nos toca currar un poco, eso sí, esta mañana nos hemos levantado muy pronto, para ir a ver el mercat del peix y… para comprar por supuesto! Un kabratxo riquísimo!