La Tripu
Dentro de veinte años estarás más decepcionado por las cosas que no hiciste que por las que sí hiciste. Así que suelta las cuerdas de tus velas. Navega lejos del puerto seguro. Atrapa los vientos favorables en tu velamen. Explora. Sueña. Descubre. – Mark Twain
Somos de la generación de los 80 (Flavio vivió 20 días en los gloriosos 70), hemos llevado una vida cotidiana hasta el 2019, cuando decidimos comprar un barco, llevar una vida más humilde y básica y abandonar el confort para ganar libertad.
Con muy poca experiencia previa en navegación, hemos aprendido a base de prueba y error a base de entrenamiento y esfuerzo, y poco a poco nos hemos preparado para vivir nuestro sueño.
A día de hoy (enero 2021), estamos amarrados en Barcelona, intentando entender cómo el Covid-19 la situación generada por él, afectará a nuestros planes.
Mientras tanto, estamos preparando el Bolero para que navegue de forma segura y autosuficiente..
Crecí en Roma (Italia), donde con 23 años me gradué en Empresariales. Pero fue durante los 6 meses que estuve de Eramus, donde me dí cuenta que quería conocer otras culturas y aprender idiomas. Y así lo hice: después de graduarme en 2002, me fui a Dublín, donde encontré mi primer trabajo, bebí las primeras pintas de Guinness e aprendí el Inglés de la calle. Tras dos años, me di cuenta que necesitaba vivir en un sitio más cálido y decidí que ese sería mi siguiente paso.
Conduje hacia el sur cruzando Francia, parándome en Italia para saludar a mi familia y dos semanas después ya estaba en Barcelona mirando pisos y buscando un nuevo trabajo. Han pasado más de 15 años desde aquello, y en el camino he hecho muy buenos amigos, he trabajado en varias empresas y he conocido a Amaia.
Algunos momentos recientes han cambiado mi vida (aparte de haber conocido a Amaia...):
- En 2013, impulsado por el deseo de dedicar mi tiempo en hacer que la Tierra sea un mejor sitio para vivir, me uní a NatureWorks. He estado prestando ayuda al desarrollo y creación de nuevos productos y procesos (regenerables y biodegradables) para la industria del packaging. La experiencia fomentó mi voluntad de vivir fuera de lo que denominamos convencional y de ser lo más autosuficiente posible.
- En 2015, Giorgio y Teresa (primero jefes y ahora amigos) me invitaron a pasar unos días navegando con su nuevo velero de 42 pies por Liguria y el sur de Francia. Me volvió loco la sensación de libertad que sentí durante esos pocos días, así que ese mismo año, me saqué el PER (Permiso Embarcaciones de Recreo) y me compré un barco de 40 pies compartido con otros 3 socios que encontré a través de internet. Desde entonces, navegar forma parte de mi vida. Amaia ha hecho de "grumete", sin ella no hubiera sido posible hacerlo.
- En 2018, tras una gran batalla que duró 8 meses, mi Mamma falleció a la edad de 69 años, y eso que rebosaba de salud, hacía deporte… parecía 10 años más joven. Sin ninguna duda, ha sido el momento más duro, más difícil y más devastador de mi vida. Esto me ha llevado a pensar lo rápido que nos puede cambiar la vida, y me alegra pensar que no siempre nos damos cuenta. Cuando te pones en una situación similar, entiendes que muchas veces nos preocupamos por cosas pequeñas y perdemos de vista la visión global..
Después de todo esto, le prometí a mi Mamma y a mi mismo que quería vivir una vida más intensa y darle un significado diferente. He disfrutado mucho de mi trabajo, he viajado por trabajo y por ocio a numerosas partes del mundo, estoy muy lejos de estar agotado, pero necesito cambiar la premisa de ganar dinero (es por eso que trabajamos, no?) a vivir y aprovechar al máximo cada día.
Nací en Portugalete (Bizkaia), noble villa que se encuentra en la desembocadura de El Abra, con su gran puente colgante (así lo dice la canción..). Allí he pasado mi infancia y gran parte de mi juventud. Tras haber pasado toda mi vida ligada al “agua”, ya que he formado parte del equipo de natación de Portu,”la Naútica”, con Alfre como entrenador y sincronizada con Txeli, ambos excepcionales realmente, he competido y nadado largas travesías en verano, en Lekeitio, Getaria-Zarautz...pero nunca me había planteado ver el mar desde un barco a vela, es decir... navegando. Tengo que decir que en el mundo de la natación es donde he encontrado a mis mejores amigas que a día de hoy lo siguen siendo.
Todo empezó en 2016, gracias a la persona con la que hoy en día comparto mi vida, Flavio. Gracias a él me subí por primera vez en un barco a vela (me había subido en el Tximbito y en el bote para cruzar a Las Arenas, pero creo que no es la misma sensación).
Esta es mi historia :)
- En 2013, me voy a Barcelona para comenzar a trabajar en SAP, ya que estudié ingeniería informática. Yo era una persona de las que pensaba… voy unos meses y vuelvo, que mejor que en Portu no se está en ningún sitio!!. Tras unos meses en Barcelona, encontré trabajo en lo que ha sido hasta día de hoy mi empresa, Seidor, en la que me he desarrollado como analista-programadora de SAP. En el mismo año, y visto mi planteamiento anterior de que la mejor opción era volver a Portu ya que tenían oficina en Bilbao, no me lo pensé y volví. Duré hasta julio de 2014 y regresé a Barcelona.
- Desde 2014, seguí viviendo en Barcelona, conociendo gente, la ciudad, y entre las personas que conocí estaba Flavio (le conocí en el 2013, pero no coincidimos mucho). Nos conocimos por un amigo en común (el gran Luis Morillas) y la verdad que fue de estas personas que conoces y puedes estar mil horas hablando que siempre tiene cosas interesantes que contar...vamos, que te interesa y punto! Así que tras un día de “marianitos” por la Barceloneta...nos vinimos arriba!! (ahí lo dejo…).
- Desde el 2017 he navegado con él, aprendiendo de cada situación, ya que él no tenía mucha experiencia, yo ninguna, pero nos hemos sabido coordinar y adaptar, a veces con grandes esfuerzos, ya que cuando se te presenta una situación que sale bastante de tu zona de confort, es difícil de gestionarte a tí y a los demás, pero creo que lo hemos sabido hacer con buena nota(y discutiendo mucho!!!). Hemos estudiado,nos hemos comprado un barco y nos hemos ido a vivir en él y ha supuesto un cambio de vida sustancial (no lo cambio por nada del mundo) y no veo mejor plan ahora mismo en mi vida, que vivir esta experiencia con él, la persona que me ha descubierto el mar desde otro punto también fascinante…
Superintersante Proyecto Amaia y pareja. Descubierto y seguiremos vuestros viajes. Precioso espíritu de libertad. Un abrazo y besos de un Privense